Primer libro en español sobre gestión documental para abogados
Editado por Tirant lo Blanch, esta obra de 300 páginas está pensada para que el lector adquiera una visión de conjunto, sin perder la importancia del detalle, sobre los cuatro pilares básicos de la gestión documental: los procesos e instrumentos de gestión de documentos, archivos y expedientes, ya sean tradicionales o digitales; la estrategia en la mejora o diseño de nuestro sistema de gestión documental; la tecnología en la que ha de apoyarse; y las personas involucradas, fundamentalmente abogados y clientes.
La directora de Gestión del Conocimiento de Garrigues valora la importancia de esta obra desde la perspectiva de que todos los abogados en ejercicio, de uno u otro modo, hacen gestión documental. «Crean y utilizan documentos de manera intensiva, y los custodian con celo. Y es que para los abogados la correcta gestión de los documentos no solo supone eficacia en la atención al cliente y prevenir riesgos, sino que es parte del cumplimiento legal y ético que exige la profesión. Cuenten o no con ayuda experta, los abogados son quienes deben tomar las decisiones sobre la gestión documental de sus despachos», explica Isabel Casas.
La experta de Garrigues también analiza con especial rigor los efectos de las tecnologías de la información en este ámbito de la práctica jurídica. El crecimiento exponencial del número de documentos que los despachos producen, en formatos múltiples y dispersos en todo tipo de dispositivos (ordenadores corporativos y privados, móviles, tabletas, servidores en red, memorias USB, en ‘la nube’), está teniendo un impacto muy importante en la organización del trabajo y en los riesgos que los despachos asumen con su manejo. «Pocos abogados son conscientes de la problemática que plantean las tecnologías de movilidad. Muchos sufren la difícil coexistencia de lo digital con el tradicional archivo en soporte papel. Otros comienzan a pensar ya en una oficina sin papeles. Todos ellos viven tiempos de cambios que les exigen habilidades antes reservadas a otros profesionales», concluye Isabel Casas.